Este idílico pueblo del Bajo Arán puede presumir de haber conservado su autenticidad sin dejar que los grandes proyectos inmobiliarios hayan desfigurado su bella fisonomía rústica. Plagado de los típicos tejados de pizarra escalonados, Bausen es un buen ejemplo del estilo de viviendas aranesas. Pero además es también famoso por su espectacular hayedo milenario del Bosque de Carlac y por sus impresionantes vistas sobre el Valle de Toran.