Este pueblecito del terçon de la Marcatosa de poco más de 15 habitantes y ubicado en un punto elevado a la derecha de Garona, ofrece unas vistas privilegiadas sobre Vielha y el valle de Baricauba. Algo separada del núcleo urbano, se encuentra la iglesia parroquial dedicada a Sant Laurenç, uno de los primeros mártires de la Iglesia católica de quien muchas fuentes sitúan su origen en la ciudad de Huesca y de quien su historia, según algunos estudiosos, sirvió para la cristianización del dios celta de la luz Lugh. Se trata de una obra rústica de reducidas dimensiones y estilo moderno, construida sobre una precedente iglesia románica, de la cual solo queda el portal y una pila bautismal. Cuenta con una nave con vuelta de cañón y un campanario de torre cuadrada. En uno de los abrevaderos del pueblo podemos encontrar, una losa de mármol blanco empotrada procedente de un frontal de sarcófago del siglo XII, con un crismón (monograma de cristo) en relieve.